Castrillo del Monte

Nos alegra compartir con todos un nuevo artículo de nuestro amigo y colaborador Rogelio Meléndez Tercero, sobre pueblos del Ayuntamiento de Molinaseca. En este caso se trata de Castrillo del Monte.

CASTRILLO DEL MONTE

En los capítulos anteriores hemos hablado de una serie de  pueblos que hoy ya no están habitados. Ahora le toca el turno a Castrillo del Monte. La historia de este pueblo, ha discurrido al menos en buena parte del tiempo paralela a la de Paradasolana. A ambos pues me referiré, partiendo de una serie de datos que obtuve del Archivo Parroquial de Calamocos hace ya algunos años, por gentileza de D. Miguel el párroco de tal pedanía y de otras varias. Asimismo en el Catastro de Ensenada he hallado datos de interés.

Estos dos pueblos vecinos han compartido a lo largo de la Historia muchas situaciones; el mismo valle, el mismo río, el mismo Señorío (ambos pertenecían a los dominios del Conde de Alba de Liste, Señor de Bembibre,…), …. e incluso el mismo párroco, algo que hoy es muy habitual pero que no debía serlo tanto en el siglo XVII ó XVIII.

Debido a la lenta recopilación de dato s que sobre la Historia de Castropodame, he realizado ( y en ello sigo); desde hace ya muchos años he hallado referencias (muy escuetas eso si) a la existencia de Paradasolana y Castrillo del Monte, que se remontan a los años finales del siglo XVI, cuando ambos pueblos habían suscrito un acuerdo (“un compromiso” se decía entonces), con Castropodame; que debía ser referente al aprovechamiento de montes y pastos en el terreno existente en medio de los tres pueblos. No obstante se que hay datos aún mas antiguos.(1)

Aunque los datos que he recopilado tanto de un pueblo como del otro los tengo anotados juntos, quizá en aras de una exposición mas clara será mejor que vayamos por partes: primero hablaré de Castrillo del Monte y después de Paradasolana.

DEMOGRAFIA EN CASTRILLO DEL MONTE

En el Archivo Parroquial de Calamocos, consulté hace ya años y un poco “a voleo” datos sobre Castrillo del Monte. Así sabemos que en el último lustro del siglo XVII, el promedio anual de nacimientos era 4,4. Durante el siglo siguiente y analizados diversos períodos, (1708 a 1711; 1729 a 1735; 1743 a 1753 y 1777 a 1782); las cifras resultantes fueron respectivamente: 4,75 – 2,85 – 4 y 2,83. Por último tomé nota asimismo de dos períodos correspondientes ya al siglo XIX ( 1805 a 1813 y 1829 a 1833). Los datos fueron de 6,6 en el primer período, es decir el que coincidió en buena medida con la época de la Guerra de la Independencia y de 3,8 en el último intervalo de la historia estudiado.

Podríamos decir en suma que era un pueblo como ya he señalado de unos 30 vecinos estimo, si bien este es un dato deducido y quizá no estaría de mas que otros historiadores y expertos en estudios demográficos lo revisasen.

Por si así fuere añado mas datos que pueden servir, como son los referentes a ceremonias nupciales y a defunciones. Como es evidente, es en los datos de las parroquias donde mejor suelen reflejarse este tipo de detalles.

Pues bien las ceremonias nupciales no debían prodigarse mucho en Cas trillo del Monte al menos durante finales del siglo XVII y buena parte del siguiente. Ello demostraría una vez mas que era una población pequeña. Por ceremonias nupciales hay que entender no sólo la celebración del matrimonio en si. En el somero análisis que hice no distinguí lo que sería la boda del llamado, al menos en Castropodame, “el proclamo” es decir el anuncio oficial en la iglesia del proyecto de matrimonio.

En el período de 1720 a 1735 hubo un promedio de 0,69 ceremonias de este tipo y entre 1747 y 1752 la cifra fue de 1,16. Analicé asimismo el período 1695 a 1706 y también 1765 a 1772, pero en estos casos no logré distinguir las ceremonias que correspondían a Castrillo y las que eran de Paradasolana , por tanto señalo simplemente que el promedio en conjunto de ambas parroquias fue de 3,8 en el primer período y de 1,25 en el segundo. Por lo que respecta a las defunciones revisé los siguientes períodos: 1695 a 1700; 1731 a 1733; 1747 a 1757 y 1768 a 1775.

En este caso también se dio la circunstancia de que en el primero de los períodos citados no logré diferenciar las defunciones correspondientes a un pueblo y a otro y por ello sólo se que fueron en total 12 al año de promedio. En los restantes 3 períodos los datos,(siempre promedio) fueron respectivamente de 5,66 – 5,09 y 1,12

EL CATASTRO DE ENSENADA

Como en tantos otros casos, este conocido catastro re alizado a mitad del siglo XVIII; sirve para darnos una visión bastante completa de las características generales del pueblo. Las diligencias para llevar cabo la confección del mismo se realizaron en el verano del año 1752 y como es natural duraron cierto tiempo.

De hecho yo tengo anotadas las fechas del 3 de julio, 20 de julio y 3 de septiembre del citado año; pero es muy probable que las labores de recopilación de datos y su anotación se dilatasen mucho mas . Vayamos no obstante al grano.

Cuando se realizó tal catastro al frente del pueblo se hallaba un juez ó alcalde pedáneo de nombre Mateo Rodríguez. Si recordamos lo dicho en el capítulo primero de esta serie que estoy publicando (división administrativa antigua), es fácil entender porque en Castrillo del Monte había un juez pedáneo y no un juez ordinario como –por ejemplo en el Acebo.También figura como juez pedáneo un tal Francisco Blanco, que ocupaba además el cargo de procurador.

Esta situación indica que duró tanto la realización del Catastro que hubo tiempo de cambiar a las autoridades locales (se debían renovaban todos los años). Como es evidente el cargo de procurador no tenía el significado de nuestros días. Entonces y por lo que yo tengo entendido el procurador debía ser similar a lo que es hoy el tesorero de una Junta Vecinal.

En el Catastro de Ensenada se distinguieron 5 pagos en el lugar que cito y defino, por si alguno de los antiguos vecinos de Castrillo los reconoce aún:

Conforcal:_Desde la Vallina hasta el río y término de Mataveneiro.

La Encinal: Desde dicha Vallina hasta por encima del casco del pueblo y hasta el río hacia Parada.

Framazo: Desde la iglesia parroquial del lugar hacia el río abajo.

Abesedo: Desde la iglesia hasta el término de Folgoso conforme se va el río.

Casco del lugar: Desde el Encinal hasta la Peña del Trigo dando vuelta po rencima de los prados hasta llegar a la iglesia.

Bien, la verdad es que para los que no somos de allí estas indicaciones (he respetado la expresión original tal y como debieron formularla sus vecinos allá por el siglo XVIII), no nos dicen mucho; pero quizá los que conozcan bien los parajes de aquella zona si puedan entender algo mas.

Se cita a una reunión que tuvo lugar en la casa del Sr. Juez Pedáne o (Francisco Blanco) a la que asistieron Rafael Rodríguez (regidor), varios vecinos mas y D. Sebastian Rodríguez Manso párroco de la localidad y compartido con la parroquia de Paradasolana. Tal reunión debió tener por objeto recabar información sobre el pueblo para ser plasmada en el catastro.

En el catastro se facilitan una serie de datos sobre el pueblo como por ejemplo que es propio del Conde de Benavente, del estado de Alba de Aliste, algo que en efecto es sobradamente conocido hoy día. En esa época el Señorío de Bembibre había pasado ya al Conde de Benavente. Los vecinos de Castrillo debían pagar pues al Conde de Benavente (y Señor de Bembibre y su tierra) 201 rs.al año en razón de señorío y derechos de alcábala.

Se facilitan una serie de datos sobre la extensión del término del pueblo, que consideraban como de una forma prácticamente redonda y de dos leguas de circunferencia, (equivalentes a 10 km). Se puntualiza además que sus colindantes son Mataveneiro (oriente) Paradasolana (poniente), Folgoso el Monte (mediodía) y S. Pedro Castañero (norte).

En el pueblo había 4 molinos harineros de una rueda situados en el río en el paraje o pago de El Encinal. Citan asimismo la existencia de 29 pies de colmenas y como no un número indeterminado ( no supieron dar una cifra) de bueyes utilizados para la labranza y de vacas que también se empleaban en la  labranza y para “dar terneros”.Asimismo hablan de la presencia de ovejas, carneros, corderos,,cerdos, cabras y machos cabríos.

En el pueblo había 37 casas habitables, 11 pajares, 4 establos, 5 corrales y algunas casas en ruina. Se declara que el número de vecinos era de 18, incluyendo a las viudas. No obstante en este punto y como solía ocurrir en casos similares, se cometían pequeños errores pues en un listado (nombres y apellidos) que se indica en el catastro la cifra facilitada no es de 18 si no de de 20 vecinos o “cabezas de casa” como entonces se decía.

Además, en otra parte señalan que el número de vecinos contabilizados era de 22 incluyendo a dos mozos solteros y a una chica que por ser menor de edad estaba bajo la custodia de un tal Simón López. La mayoría de edad entonces debía estar -me parece -en los 25 años. No es posible saber el número exacto de personas que entonces vivían en el pueblo paro debía oscilar entre los 80 y 90. Esta claro eso si que había bastante gente joven.

Contaba el pueblo con una taberna servida por vecindad y asimismo entre los vecinos recaudaban la cantidad de 18 rs. para la función de S. Roque. Las acábalas (una clase de impuesto) en vez de pagarlas al Rey, las pagaban al Seños Conde de Alba de Aliste, como he señalado.

Citan una serie de terrenos comunales, en concreto 4.000 cuarta les de terreno inculto, una dehesa de encinas de cuartal y medio que sirve para pastoreo y para el rozo, otra de dos cuartales en El Trabazo, que servía asimismo para rozar y pastar. También dicen que son del común de vecinos las Heras que sirven para componer las mieses y que tiene una extensión de un cuartal.

Debo señalar que aunque indican abundantes datos de índole geométrico (medidas de superficie, forma y contorno), estas han de tomarse con muchísimas reservas pues en aquella época los conocimientos que los vecinos de los pueblos tenían de cartografía y de manejo de planos o croquis eran prácticamente nulos.

A título de ejemplo baste señalar que declararon, que jamás habían visto medir fincas en el pueblo y que como medida de superficie utilizaban el cuartal. Era esta una situación que se debía repetir prácticamente sin excepción alguna en todos los pueblos. La superficie que se atribuía al cuartal era muy imprecisa y ambigua, como se puede demostrar de modo fehaciente si se analizan viejos documentos. Las escuelas para aprender al menos a leer y a escribir, no se debieron instalar de modo sistemático en los pueblos (pequeños y no tan pequeños); hasta bien entrado en siglo XIX y de modo paulatino.

EL SIGLO XIX Y EL FIN

Los datos del llamado Diccionario de Pascual Madoz, no son lógicamente inéditos. Es práctica habitual para cualquier estudioso de la historia de nuestros pueblos acudir a esta importante fuente de  información.

No obstante para quien aún no se haya tomado la molestia de mirar que se cuenta en este diccionario sobre cómo era a mitad del siglo XIX, Castrillo del Monte; he aquí un breve apunte.

Pues bien tenía 30 vecinos que suponían 100 habitantes y el pueblo estaba dividido en dos barrios. Tenía ya escuela de primeras letras a la que asistían 12 niños. Su iglesia dedicada a S. Roque era matriz de la de Parada. Los productos del lugar eran centeno, patatas, frutas y algo de hortalizas. Había ganado lanar, cabrío y vacuno. Se cita la caza de jabalíes, corzos, perdices y liebres.

Ya en el siglo XX,(2) contaba el pueblo con 120 habitantes en el año 1950, que se habían reducido a 65 en el año 1960. Diez años después era ya un pueblo abandonado.

Ya he señalado que buena parte de la información sobre estos pueblos me la proporcionó D. Miguel, el párroco de Castropodame y Calamocos. Creo que ejerció hace ya muchos años su labor en Castrillo del Monte y por ello me facilitó dos interesantes fotografías, que deben corresponder a los años 50 ó 60 del pasado siglo. Las tomas originales las debe tener D. Miguel, pero yo hice una fotocopia de ambas; que aunque no es de gran calidad; si constituye hoy día un interesante documento. Las adjunto pues.

Notas y referencias bibliográficas:

1.JESUS GARCIA GARCIA. “PUEBLOS Y RIOS BERCIANOS. Significado e Historia de sus Nombres” (Ponferrada. Año 1994).

2.LUIS PASTRANA. “DESPOBLADOS LEONESES” (León. Año 1992).Se trata de un pequeño, pero muy bien ilustrado libro, que hace el nº 9 de una colección dedicada según parece a la difusión de aspectos varios de la Historia de la Provincia de León y que se publicaron bajo el patrocinio de Caja España.

 

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