Hola a todos, un saludo muy especial desde la Republica Democratica del Congo, donte tengo la dicha de compartir un poco de mi tiempo y de mi vida con estas gentes y esta tierra en la que, desde muy nino, desee estar algun dia.

Mi sueno se ha hecho realidad y, a pesar de la precariedad de bienes materiales, la riqueza  humana es tan grande, que considero es uno de los mejores regalos que me ha dado la vida.

29IX07

Sigo mi periplo por tierras africanas. Tras unos días en Kisenso, a pocos kilómetros de la capital Kinshasa y otros pocos en Kimwenza periferia de la capital visito la Sabana o el Bajo Congo. Resido en MbanzaNgungu, cerquita de Loma. He visitado el Jardin botánico de Kisantu y la Villa de Lukala, famosa por su fabrica de cemento y pronto visitare las aldeas del interior.

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La visita a las aldeas del Congo ha sido una autentica gozada y una gran experiencia de encuentro con la gente, sus costumbres y sus tradiciones. Los pueblos están llenos de niños que te hablan, te saludan y te sonrien con su mirada.

He visitado varias aldeas. En MbanzaNsundi, despues de visitar la aldea, el horno para hacer ladrillos, la escuela, el restaurante y la casa del jefe, celebramos la misa al aire libre con 17 bautizos y una Primera Comunión. Al final me regalaron un gallo en señal de respeto y amistad.

He visitado las aldeas de KuiluNgongo donde hay una gran azucarera de cana;

Ngombe Matadi, donde llegamos tras dos horas de conducir por un camino infernal de tierra y arena. Aquí visitamos la primera casa donde vinieron de misioneras las Concepcionistas y, acompañados por un cura de la parroquia, fuimos hasta el río Luasi donde, tras admirar la caída del agua entre rocas y naturaleza, me lave y refresque con gran satisfacción.

Con mayor satisfaccion aun, me lave en el río Inkisi, tras visitar las cataratas de Zongo; un espectáculo incomparable, cuya belleza y encanto no se puede describir con palabras.

Tras conducir otros 120 kilómetros en el Toyota y con ocho personas bajo mi responsabilidad, apretujadas en el mismo, llegamos a casa magullados por las condiciones de la pista de tierra, pero felices y contentos de haber podido vivir una experiencia tan maravillosa.

Por ultimo visite la aldea de Kimpese, donde esta la misión de los Redentoristas y tuve la suerte de encontrarme con el el Padre Miguel Sanchez, natural de Granada, único misionero español en el Bajo Congo; el P. Sanchez conoce perfectamente los idiomas Kikongo, Lingala y Shuali y cada ano recorre a pie, acompañado por los catequistas, las aldeas del interior con un total aproximado de dos mil kilómetros. Hoy es su cumpleaños que celebrara en cualquier aldea;

!!!!!!!!!FELICIDADES DE TODO CORAZON!!!!!!!!!!!!