Pocos, pero con mucha fe y mucha devoción a la patrona de los mineros, celebramos, a pesar de la lluvia, la Procesión y la Eucaristía en honor de Sta. Bárbara, patrona de los mineros.

Esta canción:

Desde las duras entrañas de una tierra ensangrentada,

sacas el negro carbón, flor de vida marchitada. Dejas tu vida a pedazos:

Esputos, sangre manchada por el polvo del martillo por el sudor de tu pala. TE CANTO A TI, MINERO,

QUE, DIA TRAS DIA, TRABAJAS, QUE VAS DEJANDO TU VIDA ALLÁ EN LAS NEGRAS ENTRAÑAS DE ESA TIERRA QUE, ALGUN DIA, SERA TU CUNA Y TU CAMA.

No hace falta que lo digas, ya me lo dice tu cara.

En los surcos de tu frente veo las penas sembradas.

¿Te acuerdas de aquel muchaho?

¡Si!, «Pegote» tú le llamabas.

No tenía quince años y aquella tarde sagrada,

debajo de aquellas piedras, sangre roja ennegrecida, lo encontraste.

Tú llorabas…

TE CANTO ATÍ MINERO…,

interpretada al final de la Eucaristía, además del «Santa Bárbara Bendita», y estas fotos reflejan el  testimonio de una oración, de una vida y de una plegaria de fe, de Amor y de Esperanza: «SANTA  BARBARA BENDITA, RUEGA POR NOSOTROS».